Milonguera, bullanguera, que la vas de alma de loca, la que con tu risa alegre, vibrar hace el cabaret, la que lleva la alegrĂa en los ojos y en la boca, la que siempre fue la reina de la farra y el placer. Todo el mundo te conoce de alocada y jaranera, todo el mundo dudarĂa lo que yo puedo jurar: que te he visto la otra noche parada en una vidriera contemplando a una muñeca con deseos de llorar.